«Llevaba 20 años trabajando en MGJ cuando la empresa se unió a Selig. Es un privilegio pertenecer a un grupo que tiene amplios conocimientos, capacidades y grandes ambiciones y que demuestra auténtica preocupación y cuidado por sus empleados.
Estoy deseando compartir los éxitos futuros con los nuevos compañeros y con la dirección de la compañía».